En Anadia, un pequeño municipio de Portugal, se produjo un incidente en el que dos depósitos de una bodega local explotaron, derramando 2,2 millones de litros de vino tinto. Esto provocó que una calle se convirtiera en un río de vino que se extendió por la colina empinada de la ciudad. La destilería Levira Distillery lamentó el caos causado y se comprometió a realizar todas las reparaciones necesarias para la comunidad.
El incidente fue grabado en video por algunos lugareños y ha sido difundido en redes sociales, alcanzando más de 900 mil visualizaciones.