El gobierno de Javier Milei anunció el cierre del 40% de los registros automotor del país, una medida que apunta a eliminar «favores políticos» en la designación de sus titulares.
Sin embargo, un análisis de los registros actuales revela que muchos de ellos todavía están en manos de familias con vínculos políticos, algunos de ellos con apellidos resonantes como Menem, Cerruti, Barra, Arcioni, Sapag y Randazzo.
La raíz del problema se remonta a un decreto de 1989 que estableció que los titulares de los registros serían designados por el Ministerio de Justicia y solo podrían ser removidos por este previo sumario. Esta estabilidad en el cargo ha permitido que algunos apellidos se hayan perpetuado en el negocio de los registros automotor a lo largo de las décadas.
Un ejemplo claro es el caso de la familia Menem. Marcela Fátima Menem, sobrina del expresidente Carlos Menem, es la encargada del registro 145 en Paraná, mientras que su hermano Juan Pablo Valente tiene uno en la Ciudad de Buenos Aires. En Neuquén, Laila Herminia del Carmen Siman Menem, sobrina segunda del expresidente, figura como titular de un registro automotor y otro motovehicular.
Otro apellido con presencia en los registros es Cerruti. Bruna Fabiana Cerruti, hermana de la exvocera presidencial Gabriela Cerruti, es titular del registro 2 de Olivos en la Ciudad de Buenos Aires.
En Comodoro Rivadavia, Chubut, Juan Pablo Arcioni, hermano del exgobernador Mariano Arcioni, tiene a su cargo el registro automotor 5, en Hipólito Yrigoyen 243. Martín Soria, exministro de Justicia y candidato en Río Negro, tiene a sus dos tíos, Agustín Bevilacqua y Ángel Pedroza, en dos registros automotor de esa provincia.
La lista de apellidos poderosos que controlan registros automotor es extensa e incluye a Sapag, Barra, Randazzo, Snopek, De Bedia, Bevilacqua, Pedroza y Camerlinckx, entre otros.
