Un hecho insólito ocurrió en Mendoza cuando un preso se fugó por un agujero que había en el piso de la camioneta policial donde era llevado junto a varios detenidos más.
El protagonista del increíble escape en la localidad de Guaymallén es Roberto Carlos Bairac, de 41 años e imputado por los delitos de «abuso sexual agravado por el uso de arma de fuego, violación de domicilio, coacciones agravadas por el uso de arma de fuego, en concurso real, y homicidio en grado de tentativa».
El detenido era trasladado en un móvil junto a otros 12 reclusos a los Tribunales de Mendoza: ante un descuido de los guardias de seguridad, salió por un agujero que había en el piso del vehículo, que estaba frenado en un semáforo. El hueco tenía alrededor de 50 centímetros de diámetro.
Luego de escaparse se subió a un taxi, pero el chofer activó el botón antipánico cuando se dirigían hacia la zona de Rodeo de la Cruz.
Cuando llegó la Policía el preso ya no estaba y el taxista les informó que se tapaba las esposas para disimularlas.
Sin embargo, poco le duró la alegría por la fuga, ya que escasas horas después fue recapturado por la Policía de Mendoza.
