Radio del Sur 97.1 dialogó con la referente de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, Elena González, sobre el paro docente y las actividades realizadas durante esta semana en la UNPSJB, como protesta contra las medidas del Gobierno.
En una jornada de creciente tensión entre el gobierno y las universidades públicas, estudiantes y docentes han tomado medidas de fuerza en diversas instituciones educativas del país, en demanda de un mayor presupuesto para el sector. La protesta, que incluye tomas y clases públicas, se ha intensificado debido a la creciente preocupación por el impacto de los recortes presupuestarios y las auditorías del gobierno.
Elena González, referente de la CONADU, señaló que las acciones comenzaron en marzo y se intensificaron tras una reunión con el Secretario de Políticas Universitarias, Jesús Álvarez. González indicó que, a pesar de las agresiones y tensiones con el gobierno, estudiantes y docentes han decidido continuar con las movilizaciones, que incluyen tomas abiertas de universidades, donde las actividades educativas continúan de manera simbólica.
En la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), ubicada en Caleta Olivia, los estudiantes y algunos docentes han tomado el edificio en protesta por los recortes y auditorías impuestas por el gobierno. El conflicto surge en respuesta a la decisión de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) de auditar las cuentas de las universidades, comenzando por la Universidad de La Matanza, un bastión político del kirchnerismo.
González destacó que, aunque los rectores no participan en las medidas de fuerza, apoyan los reclamos. Además, subrayó la importancia de que las universidades públicas mantengan su autonomía y puedan seguir funcionando sin recortes excesivos. Según la dirigente, la CONADU ha planificado un paro de 24 horas y la realización de movilizaciones y clases públicas durante la próxima semana.
El gobierno ha justificado los recortes como parte de su política de ajuste fiscal, en un contexto de déficit presupuestario generalizado en la administración pública. No obstante, González criticó duramente estas medidas, mencionando que la situación está llevando a una crisis en las universidades, con profesores trabajando sin salario y con la amenaza de que los estudiantes pierdan becas y acceso a comedores.
González afirmó que “las universidades no pueden funcionar con este presupuesto reducido” y advirtió que el conflicto podría prolongarse si no se encuentran soluciones a corto plazo. También manifestó su rechazo a las auditorías gubernamentales, señalando que las universidades ya tienen auditorías internas y externas, y que la intervención del gobierno es más política que técnica.