Un hecho muy curioso se registró en las últimas horas, en Río Gallegos y derivó en una investigación judicial para determinar las circunstancias en las que realmente ocurrió.
El hecho tiene como protagonistas principales a un hombre de 53 años, a su pequeño hijo de 9 y a un joven de 23. Ellos se vieron envueltos en un confuso episodio que derivó en que los dos mayores sean conducidos a la dependencia policial más cercana para ser identificados.
De acuerdo a la información recabada por La Opinión Austral, a través de diversas fuentes consultadas, se pudo establecer que todo tuvo lugar en el cine ubicado en la avenida Kirchner de nuestra ciudad capital, alrededor de las nueve de la noche del sábado.
Allí, el hombre de 53 años estaba con su hijo y, en un momento dado, el menor se fue al baño. En paralelo haría lo mismo el joven de 23 quien se encontraba en evidente estado de ebriedad, denunciaría luego el vecino más grande.
Según expuso luego el hombre, el joven habría tenido intenciones de «tocar» a su hijo, hecho por lo que comenzó una discusión a la que le siguió un intercambio de golpes entre ambos. Todo ante la atenta mirada de los empleados y otros vecinos que pasaban la noche en el lugar.
En el caso intervino el personal del Comando Radioeléctrico que arribó tras el llamado de los trabajadores del lugar. Los efectivos controlaron la situación antes que pase a mayores y solicitaron colaboración de sus pares de la Comisaría Primera.
Fueron dos los patrulleros de las fuerzas de seguridad requeridos para contener el suceso y posterior traslado de los involucrados. La conducción de los vecinos incluso llegó a ser filmada por los vecinos de la zona que, desconcertados, bien la intervención policial desconociendo el contexto.
De acuerdo a fuentes policiales consultadas, ya en la dependencia policial de la avenida Kirchner, se le tomó la exposición judicial al padre del menor y luego éste se retiró del lugar por sus propios medios.
En este punto cabe remarcar que el hombre dijo que las intenciones de la persona ebria eran «desconocidas» y que su hijo no llegó a tener contacto con él, más allá de una presunta intención.
Situación similar ocurrió con la persona que estaba bajo los efectos del alcohol, tras haber sido revisado por un médico que lo revisó, fijó domicilio y recuperó su libertad. La causa está siendo instruida por el Juzgado de Instrucción de turno este mes.
Nota: La Opinión Austral