Un grupo de 19 mujeres, entre periodistas, ex alumnas, vecinas y compañeras de trabajo, rompieron el silencio y denunciaron al periodista Pedro Brieger por conductas inapropiadas, exhibicionismo y acoso sexual a lo largo de tres décadas.
Los testimonios, reunidos por la agrupación Periodistas Argentinas, relatan situaciones que van desde llamadas telefónicas inapropiadas hasta tocamientos, masturbaciones delante de las víctimas y comentarios sexuales degradantes. Las denuncias abarcan desde la década de 1990 hasta la actualidad y se produjeron en diversos ámbitos, como universidades, espacios de trabajo y medios de comunicación.
«No somos las únicas»: Un llamado a la acción
«Necesitamos que nos escuchen y que nos ayuden a que los hombres como él dejen de actuar a sus anchas y marcar a mujeres con dolor», reclamó Agustina Kämpfer, una de las primeras en denunciar a Brieger hace 14 años. Las víctimas coinciden en que el silencio y la falta de apoyo las obligaron a abandonar sus estudios, trabajos, sueños y proyectos profesionales.
«Ya no tengo miedo»: La valentía de hablar
«Sentí que ya no tenía miedo y que denunciarlo públicamente era el único camino para poner fin a un sentimiento de injusticia que habitaba en mí», expresó Cecilia Guardatti, quien relató un episodio de acoso vivido en 2008 durante una cobertura periodística. «Que Pedro Brieger es un acosador era un ‘secreto a voces'», afirmó, y destacó que la unión y el apoyo mutuo entre las víctimas han sido fundamentales para romper el silencio.
Las denunciantes exigen un pedido público de perdón por parte de Brieger, el fin de la cultura del acoso y la legislación específica para abordar este tipo de conductas en el ámbito laboral y académico. «No es el objetivo de este informe el escrache. Lo motiva la necesidad de terminar con la cultura del acoso», enfatizaron desde Periodistas Argentinas.
Más allá del silencio: Un informe contundente
El informe «Cultura del Acoso: Punto y aparte», presentado en el Senado de la Nación, reúne los 19 testimonios y analiza el impacto que las conductas de Brieger han tenido en la vida de las víctimas. «Las afectadas perdieron cosas concretas. La maquinaria abusadora además de someter, despoja», señala el informe.