El empresario Carlos Pedro Blaquier, dueño de una de las fortunas más importantes del país, murió hoy a los 95 años luego de permanecer tres semanas internado por complicaciones de salud inherentes a su edad.
Blaquier comandó durante 43 años, entre 1970 y 2013, el ingenio azucarero Ledesma ubicado en la localidad de Libertador General San Martín en la provincia de Jujuy. Debido a su avanzada edad, hacía 10 años que se había apartado de la conducción de la compañía.
A partir de su actividad agroindustrial forjó una de las fortunas más grandes del país y fue una persona influyente en la vida política argentina.
La muerte lo sorprendió siendo procesado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar, acusado de crímenes ocurridos en el ingenio ubicado en Jujuy.
Organizaciones de Derechos Humanos y referentes de la izquierda repudiaron el hecho de que haya muerto sin condena judicial por los delitos que se le imputaron a raíz de lo que se conoció como «La Noche del Apagón» en 1976.
Blaquier estaba imputado por ese operativo represivo en el que fueron detenidos ilegalmente unos 400 trabajadores y por el secuestro y posterior desaparición de quien fuera intendente de Libertador General San Martín Luis Ramón Arédez.
Según dijeron testigos, personal del Ejército y de otras fuerzas de seguridad utilizaron camionetas con logotipos de la empresa Ledesma para llevarse a las personas detenidas durante «La Noche del Apagón».
El empresario fallecido en las últimas horas negó haber prestado vehículos del ingenio a los grupos de tareas que actuaron en ese operativo, llevado adelante entre el 20 y 27 de julio de 1976.
Carlos Pedro Blaquier era hijo de María Esther Estrugamou Guillón y Carlos Félix Miguel Blaquier Alzaga y nació el 28 de agosto de 1927. Estuvo casado con Nelly Arieta Wollman -que murió en 2020- con quien tuvo cinco hijos: María Elena, Carlos Herminio, Alejandro, Santiago e Ignacio.
Carlos Herminio fue quien sucedió a su padre al frente de la compañía luego de que en 2013 le pidiera al directorio alejarse del cargo.
Estudió en el Colegio Champagnat y más tarde se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires, tras lo cual ingresó a la empresa Ledesma.
Por decisión de sus suegros, Herminio Arrieta y Paulette Wollman, quienes habían iniciado el negocio azucarero, accedió a la presidencia de la compañía en 1970.
«Lo difícil es hacer la base sólida; esa no la hice yo, la hicieron (Enrique) Wollmann y Arrieta. Yo construí sobre buenas bases; si no hubiera tenido buenas bases se habría venido todo abajo», manifestó durante los festejos del centenario de la empresa, en 2008.