Denuncian que una mujer de 88 años fue víctima de violencia, abandono y aislamiento por parte de sus sobrinos en una vivienda ubicada en Ameghino y Viamonte. Tras radicar la denuncia, la jubilada se encuentra incomunicada y no dejan que nadie ingrese al domicilio.
Una jubilada de 88 años fue encontrada en condiciones alarmantes tras sufrir maltratos sistemáticos por parte de sus propios sobrinos, quienes residen en su casa, ubicada en la esquina de Ameghino y Viamonte.
Según denunció su amiga Natalia Martínez, la mujer fue encerrada en un quincho al lado del domicilio en donde viven sus sobrinos, sin comer, sin medicación y con graves problemas motrices luego de sufrir un ACV en enero de este año.
El calvario comenzó cuando la mujer los recibió con la promesa de que “la iban a cuidar en su vejez”, pero con el tiempo la situación se volvió insostenible.
Relató que la víctima sufre constantes agresiones. “La dejan tirada en la escalera porque su dormitorio está en el piso de arriba”, y que muchas veces “se queda en la escalera tirada hasta que se queda sin voz de tanto gritar y pedir ayuda”.
“Los sobrinos cruzan la puerta, la levantan y la tiran a la cama sin agua, sin comida y con las necesidades básicas insatisfechas. La dejan hecha encima, sin bañarse, sin cambiarse y sin comer. Le roban hasta el dinero de la jubilación”.
Las condiciones en las que vive la mujer son sumamente peligrosas para una persona mayor. “El quincho no tiene calefacción, se calienta con hornallas y con un mechero enorme. Tiene el peligro de caerse encima”.
Natalia relató que esta semana logró radicar la denuncia. “El lunes la llevé al médico y cuando llegué a buscarla, su sobrina no me dejaba verla. Me dijo ‘fijate porque está enroscada tirada en el baño’. Me dio la llave de la casa y me dijo ‘hacete cargo vos de ella’”.
“Entré corriendo y encontré a mi amiga desnuda, tirada, mojada, gritando, pidiendo ayuda. La cambié, la llevé a hacerle las placas y luego hice la denuncia en la Comisaría Segunda. A las dos horas fueron a hacer una inspección y constataron cómo vivía y en las condiciones que estaba”.
El panorama médico que enfrenta la jubilada es muy grave. “Hoy le diagnosticaron anemia y un montón de problemas de salud a raíz de todo este aislamiento. Está deshidratada, golpeada, muchos golpes de caídas de todos los días. Ella toma muchas medicaciones que no puede dejar de tomar”, explicó Martínez.
“Hay cinco adultos y un bebé que están ocupando su casa. Entre todos la insultan, le gritan y le roban” aseguró.
Al radicar la denuncia, las amenazas se incrementaron. “Anoche, cuando me fui de su casa, la dejé acostada, cambiada y medicada. Hoy a la mañana la señora de limpieza, que es testigo, me llamó para decirme que estaba tirada en el piso otra vez”.
“Durante la madrugada la amenazaron, la dejaron incomunicada, cambiaron las cerraduras de la casa y no permiten el acceso de nadie más. Es la casa del horror esa esquina”, concluyó.
Desde la defensa de la víctima se evalúa pedir la exclusión urgente de los familiares por el riesgo que corre la vida de la jubilada. “Ellos lo que quieren es que se muera lo antes posible” expresó.
(Comodoro 24)
