Para conmemorar este día, Radio del Sur 97.1 se contactó con algunas de las bailarinas de tango de la ciudad de Comodoro Rivadavia que compartieron su mirada respecto a cómo perciben en su día a día esta danza artística.
Hoy, 6 de septiembre, se celebra el Día Internacional de las Bailarinas de Tango. Este día conmemora a todas las mujeres que han dedicado su vida al baile del tango, un género musical y cultural muy importante en Argentina y en todo el mundo. Las bailarinas de tango han sido fundamentales en la preservación y difusión de esta danza, que es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Zahira Molina
«Para mi, el tango es vida. Y ser bailarina de tango significa que cuando entro en el abrazo y la mística de la milonga soy libre y puedo ser 100% quien soy realmente. Es un ratito donde solo es el tango y yo».
Camila Elly
«Para mi ser bailarina de Tango es lo que transformó la vida por completo. No importa como esté mi vida, mi mundo se reinicia al abrazarme y para mí bailar ese abrazo que espero con ansias es lo que hace conectar nuevamente con mi esencia. No sabría decirlo a nivel general, porque creo que es muy personal como vive el tango cada bailarina» .
Cielo Sovier
«Ser bailarina de Tango es todo para mí, sin el tango no soy yo. Es mi pasión, algo que no puedo dejar de hacer, todos los días ensayo un rato, ya que es una danza que necesita disciplina pero también es mi momento de desconexión y donde libero mi mente, mi cuerpo y mi alma».
Julieta Reiñanco
«Significa abrazar al otro sin condición, poder conectarse y seguirlo en su melodía y ritmo de baile , además de compartir entre dos una pequeña intimidad. Hoy en día podría decir que se ha vuelto una de mis prioridades la danza del Tango, en ciertos momentos, uno no tiene noción de que ésta pasión nos mueve mucho más que solo el hecho de bailar. Las bailarinas nos entrenamos, tomamos clases de técnicas y muchos otros temas que puedan enriquecer el baile y expresar también lo que sentimos en ella».
Natalia Padilla
«El tango es mi esencia, el lugar donde soy yo, donde me encuentro, donde solo somos él y yo. El Tango y yo. Eso siento cada vez que bailo tango».
Mariana Nieva
«Para mí ser bailarina de Tango es toda persona que baila. Bailar Tango me hace sentir libre, el tango es parte de mi vida mi, primer gran amor. Milongueras y bailarinas, todas danzamo, eso es ser bailarina».
Loreley Hernández
«Ser bailarina de tango en mi opinión es vivir una fantasía en cada Tango, es pasión y es entrega absoluta. El tango al ser una danza de contacto estrecho y con un encuentro a partir del abrazo, el compromiso es total. Además de poner el cuerpo, se deja sobre la pista la piel, los olores y un poco la fantasía que provoca el abrazo en si» indicó.
«Tiene un erotismo explícito que puede llegar a comprometer hasta los sentimientos, si no, no habría tantas parejas en el ambiente. En esta danza, comprometes el cuerpo» añadió entre risas.
Valeska Mera Kappes
«Uf, tengo mucho para contar, porque yo no empecé a bailar de chica, comencé ya adulta y mi enamoramiento comenzó cuando estaba casada y con hijos. Lo que me hizo dar una ardua batalla para poder ser «libre» de bailar esta danza tan bella y que implica tanta intimidad con un abrazo tan cerrado. Me pasaron muchas cosas en el cuerpo a lo largo de estos más de 15 años de baile. En resumen puedo decir que bailar tango para mí ha sido un lugar para conquistar la libertad. Unirme a otro ser en un abrazo de tango, cuando se da la gran comunión, es un acto sublime de amor. Así lo vivo, no siempre, pero bailar tango es una de las mayores felicidades para mí. Para los que bailamos es medio adictivo».
Alicia Matus
«Es la mejor elección que pude tomar en mi vida. Bailar me transporta a la cumbre de la felicidad, es parte de mí.Amo bailar tango. Hoy por hoy, me gusta escucharlo».
Brenda Soto
«Ser una bailarina de Tango significa un desafío y un aprendizaje constante, un viaje largo pero hermoso, en donde la recompensa es una mejor conexión y comunicación y por consecuencia, que cada tanda sea mas reconfortante. El Tango es mi motivación a estudiar practicar e intentar superarme siempre. Es todo para mí»
Brisa Becerra
«Ser bailarina para mí, es esforzarse y caerse hasta que un paso salga bien. Intentar e intentar hasta lograr incorporar en mi cuerpo lo que aprendí, disfrutar cada tango y volar, sintiendo cada letra para poder interpretarla, priorizar la pasión de cada tanda al dolor de mis pies» expresó entre risas. «En mi caso, que me operé del pie, bailar es mi cable a tierra y lo que me alegra un día en el que estuve mal»
Pamela López
«Soy una milonguera que ama bailar tango, que encuentra en la expresión de la danza, en el abrazo con algún extraño o amigo, un refugio inmenso donde crear un lugar seguro. Un refugio para al alma»
Marta Elena Espósito
«Considera el abrazo humano y la supresión de la palabra, eso hace que activemos puntos energéticos y de sensibilidad particular para conectarnos con otro cuerpo, otro ser y nosotros mismos. El tango tiene muchísimos valores y cuestiones de índole afectivo y físicos. Benefician la salud mental. Para mí fue una elección hermosa, fui profesora de educación física, llegó el momento de retirarme y fue todo un descubrimiento pasar del deporte a la danza. No fue fácil. Yo estoy muy feliz por ser bailarina de Tango».
«Cuando conocí a mi pareja de tango, decidimos hacer un proyecto donde se aprecia la permanencia de la pareja de tango; como un producto a difundir y compartir con los pares. Uno irradia frente a los demás un estado de bienestar y salud».
«Es importante que la gente mayor sepa que también podemos hacer esto cuando ven un baile a tierra, conectado, abrazado y más empático».
«Es una inversión en salud y bienestar proponerse este tipo de actividad que es maravillosa. El mundo del tango, vaya donde vaya uno, a cualquier lugar del mundo, es una cosa hermosa. Agradezco a todas las maestras que me han guiado en este arte porque he hecho un descubrimiento maravilloso donde me he podido desarrollar en un aspecto que tenía desconocido».
«Felicitaciones a todas las bailarinas y ¡hay que bailar!. Como dijo Troilo, el tango siempre nos puede esperar»