El proyecto de Presupuesto 2026 enviado por el presidente Javier Milei al Congreso incluye un punto sensible: la derogación de la ampliación de la «zona fría», un beneficio que desde 2021 permitió a más de 3 millones de hogares de provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza pagar facturas de gas con descuentos.
De aprobarse el artículo 72, quedarían sin efecto los cambios introducidos por la Ley N.º 27.637, que había extendido a esas regiones el régimen que originalmente alcanzaba únicamente a la Patagonia, la Puna y el departamento mendocino de Malargüe. En consecuencia, los hogares incorporados hace cuatro años perderían la tarifa diferencial y afrontarían subas en pleno invierno.
La situación en la Patagonia
En el sur del país, el beneficio no corre riesgo inmediato de desaparecer. Allí la tarifa reducida se sostiene a través de un fondo fiduciario creado en 2002 y prorrogado hasta 2031, que se financia con un cargo aplicado a todas las boletas de gas del país. No se trata de un subsidio estatal directo, sino de un esquema de aportes cruzados entre usuarios.
De todos modos, el Presupuesto otorga al Ejecutivo la facultad de modificar ese recargo: hoy es del 6,8%, pero podría elevarse al 7,5% o ajustarse hacia arriba o hacia abajo en hasta un 50% de ese porcentaje.
Con este cambio, el Gobierno busca retornar al esquema original que limitaba el beneficio a las zonas de mayor rigor climático. La discusión parlamentaria será clave para definir si la «zona fría» ampliada se desactiva apenas cuatro años después de su implementación.
