La información detallada en este análisis se deriva del debate «San Jorge: Los desafíos de la Cuenca más madura de la Argentina,» un evento realizado el 12 de diciembre de 2025 en el Lucania Palazzo Hotel. Este encuentro, organizado bajo la modalidad presencial y por streaming, contó con las ponencias de destacados profesionales de la industria petrolera, incluyendo a el reservorista Oscar Olima, y a los especialistas Mariano Ciapparelli (Producción de Hidrocarburos) y Dante Fiorenzo (Líder Comisión Técnica IAPG), quienes abordaron los desafíos geográficos, técnicos, financieros y humanos que definen la estrategia de explotación en la Cuenca del Golfo San Jorge.
El debate de expertos «San Jorge» reveló la tensión entre la estabilidad normativa, la urgencia de la reconversión laboral y la necesidad de un inversor dispuesto a correr riesgos inéditos. La producción de crudo cae, mientras que la cantidad de agua extraída se dispara.
Los especialistas de la industria petrolera, reunidos en el debate «San Jorge: Los desafíos de la Cuenca más madura de la Argentina», sentenciaron que el actual modelo de explotación en el Golfo San Jorge no es sostenible. La clave pasa por transformar el sistema productivo en un «proceso vivo» capaz de adaptarse a la inestabilidad política, las crisis de precios y los avances tecnológicos.
«Si la estrategia de producción no se adapta, lo único que vamos a lograr es seguir así…», fue la conclusión de los expositores, quienes presentaron datos contundentes: entre 2012 y 2025, la cuenca ha visto una caída significativa en la producción de crudo junto a un aumento notable en la extracción de agua.
Un esfuerzo sin resultados
El análisis técnico demostró que a pesar del trabajo de «mucha gente muy capaz» durante más de una década, no se pudo revertir la tendencia. Los expertos señalaron que buscar solo la eficiencia mediante la reducción de personal—una medida que la cuenca debe aplicar—no basta para resolver el problema de fondo. «Por más que redujéramos la cantidad de personas, no resolvimos este problema de baja de producción. Lo que le da vida al sistema de explotación es el fluido», enfatizaron.
Inestabilidad y el actor dispuesto a arriesgar
El riesgo financiero y la gestión de la incertidumbre se definieron como obstáculos mayúsculos. El sistema debe gestionar activamente escenarios como la caída del precio del barril (que en crisis anteriores tocó los 9 dólares) y la falta de seguridad jurídica.
Para revertir la situación, se necesitan innovaciones radicales no probadas en el sistema, como la exploración de roca no convencional o la perforación de pozos hill/ hillhall. Pero el desafío, aclaran los especialistas, no es solo técnico, sino la necesidad de encontrar un actor dispuesto a correr el riesgo de invertir sin garantías de éxito en un sistema de explotación completamente nuevo.
El reservorio vivo y la pelea del conocimiento
Se destacó la importancia del conocimiento local, que se actualiza constantemente gracias a la sana «discusión» entre geólogos e ingenieros de reservorio.
«El volumen original en sitio no es algo fijo definido por la naturaleza, lo vamos redefiniendo a medida que lo vamos conociendo», explicaron. Esta dinámica de expertise local es el pilar de la región y es la que debe guiar la redefinición constante del reservorio para poder sostener el sistema.
Finalmente, el debate concluyó que la única manera de desafiar la curva de declinación es «cambiar el sistema de forma radical y correr el riesgo» de hacer cosas que nunca se hicieron, garantizando la sostenibilidad económica y ambiental de la Cuenca.





