Parece complejo, pero en realidad no lo es. Hace 25 años que el banco te refinancia el saldo de tu tarjeta de crédito y te pospone los vencimientos mes a mes, año a año. Claro que cobrándote jugosos intereses ajustados por CER, es decir, por inflación. Y, de la noche a la mañana… decide dejar de financiarte y se apropia unilateralmente de tu salario que tu empleador deposita en tu caja de ahorro o cuenta corriente.
¿Es legal? La respuesta es, SI. ¿Por qué? Porque cuando aceptaste la tarjeta de crédito que te ofreció el banco, en la letra chica del contrato decía que, si no pagabas, tu salario era la garantía de ese préstamo. Claro como el agua.
No te la esperabas
El tema es que durante 25 años el banco jamás recurrió a ejecutar esa garantía; por lo tanto, te sorprendió. Y es lógico que te y le preguntes al gerente ¿qué paso? ¿Por qué ese cambio tan brusco, tan repentino, después de haber mantenido durante un cuarto de siglo una conducta determinada? Las respuestas no importan mucho porque son antojadizas y habitualmente, no son modificables.
Pero es importante que tengamos en cuenta que los cambios en la conducta de una persona, una institución o sistema, siempre se basa en una cuestión discrecional. Alguien, personas, quieren que un mecanismo cambie y toman la decisión en ese sentido.
Este es el panorama que, a diario, viven millones de tenedores de créditos en la Argentina. Ciudadanos, de a pie, que buscan en el sistema financiero, el apalancamiento necesario para financiar sus emprendimientos. Ocurre que, en nuestro país, el conjunto de bancos es el principal financista del estado nacional y de las provincias. Es mucho más atractivo prestarles dinero a tasas de interés exorbitantes a los gobiernos, que a los particulares. Con lo cual, el sistema financiero termina desnaturalizando su misión, ocupando un rol diametralmente distinto con el que nació el capitalismo financiero, cual es apoyar al emprendedor privado, es decir al que produce.
La misma historia de siempre
Argentina convive con esta realidad desde hace décadas. El sistema financiero nacional ahorca al emprendedor privado con tasas de interés carísimas y utiliza los fondos depositados por sus clientes para “oxigenar” a patológicas administraciones gubernamentales que gastan más recursos de los que le ingresan. El Fondo Fiduciario es justamente eso. Un formato legal que se utiliza para sostener política y económicamente a gobernadores cuyos ingresos provinciales no alcanzan a pagar “las fiestas de la casta”, o la corrupción de sus funcionarios públicos.
Chubut es el ejemplo más acabado de lo apuntado. Es la provincia más endeudada de la Argentina y con casos de corrupción que no solo llevaron a decenas de funcionarios y empresarios a la cárcel sino, además, colocó al Banco Chubut en una situación de colapso tal que, durante la administración del ex gobernador Lizurume, debió cerrar sus puertas temporariamente para no quebrar. Podríamos citar varios ejemplos más que ratifican la pésima calidad de las distintas administraciones que se sucedieron en la provincia. Pero, como dice el dicho popular…: ”para muestra, basta un botón”.
Con la nuestra, no nos alcanza
El incremento sostenido del gasto provincial en cabeza de gobiernos demagógicos, colocaron a Chubut en una situación tal que sus tres principales ingresos no alcanzan para sostener sus gastos y compromisos financieros. Ni lo que recibe en concepto de coparticipación, ni las regalías hidrocarburíferas, ni los ingresos por rentas generales, alcanzan para mantener el gasto público provincial. Así, la provincia, acude permanentemente al gobierno nacional para que éste lo auxilie financieramente.
¿Cómo? A través de dos mecanismos que también –dicho sea de paso- utilizan las restantes provincias, a saber: ATN (Aportes del Tesoro Nacional) no reintegrables, cuyo destino la Nación lo define a partir de criterios personalísimos, es decir, depende del humor o del vínculo que tengan el presidente y el gobernador de turno o, mediante el Fondo Fiduciario. Este último mecanismo, se utiliza de manera más formal, es decir con un contrato, que excede a las personas que circunstancialmente gobiernan en el país y en la provincia y que hay que devolver.
Sigan endeudándonos
¿Cómo se devuelve? Pagando mes a mes el capital más los intereses o, a través de la garantía expuesta para recibir dicha asistencia económica y financiera que, para el caso, es la coparticipación. La mayoría de los estados provinciales no aplica ninguna de las dos formas de pago. ¿Qué hacen? Refinancian sus pasivos y que se las arregle la administración del gobierno que sigue. Como pueda, si es que puede.
Este es -con más o menos detalles- y resumidamente, la situación que protagonizan hoy Chubut y la Nación. El Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial (FFDP) es un instrumento dispuesto durante la presidencia del fallecido Carlos Menem, hace 25 años, y se pensó como instancia para ayudar a cubrir los desbalances o desequilibrios económicos y financieros provinciales. Ocurre que la vigencia de ésta figura financiera, por ley, finaliza en enero de 2025. Así, el gobierno nacional debe tener “cobrados” todos los fondos prestados a las provincias. Puede también, renovar la vigencia de la ley, y alargar la vida de dicho instrumento. Pero Javier Milei entiende que éste recurso ya no es viable porque en la mayoría de los casos, se utilizó para solventar lo que él denomina “la casta”.
Amigos y salvavidas de plomo
Chubut, sobre la finalización de la administración de Mariano Arcioni, solicitó a la Administración de Alberto Fernández y Sergio Massa (Jefe político de Arcioni), posponer el cobro de las cuotas del FFDP hasta el mes de diciembre de 2023. Justificó tal solicitud, a partir de la necesidad de la flamante administración de Ignacio Torres de pagar los aguinaldos correspondientes al mes de diciembre de ese año. Si Arcioni no posponía los vencimientos, Torres no habría podido pagar los aguinaldos de diciembre.
Con Torres en el gobierno, la urgencia golpeo la puerta de forma inmediata. La nueva administración buscó rápidamente –durante el mes de diciembre de 2023- “refinanciar” las cuotas sin que hubiese contestación por parte del Poder Ejecutivo Nacional.
El vice gobernador, Gustavo Mena, afirmó que “El 15 de diciembre del año pasado, el Gobierno del Chubut solicitó refinanciar las cuotas de diciembre/23 y enero/24 del FFDP, para mejorar la curva de vencimientos”.
Mena explicó que mantuvieron una reunión con el secretario de Hacienda de la Nación, Carlos Guberman, y que el 16 de febrero, tres días antes de que comience la retención de la coparticipación, presentaron una nota al Ministerio del Interior reiterando la necesidad de refinanciar la deuda con el Fondo Fiduciario.
Y agregó: “el 22 de febrero se solicitó la autorización formal para cancelar la deuda con el FFDP con recursos obtenidos de emisión de títulos de deuda garantizados con regalías, sin que hubiese contestación…”
Con lo cual, podemos concluir que Chubut tuvo la clara intención de honrar sus compromisos financieros, pero, debemos agregar al análisis, un hecho que puede haber tallado en el humor de los hombres de Nación.
El diablo que metió la cola
Nos referimos a la acción mediante la cual, en el medio de ésta negociación, la Administración de Javier MIlei decidió eliminar el subsidio que paga la nación para el funcionamiento del transporte público de pasajeros en todo el país y el fondo de incentivo docente.
La reacción de Chubut no se hizo esperar y rápidamente, Torres adoptó dos decisiones. Respaldar y sostener con fondos provinciales ambos beneficios, pero, en el caso del subsidio al transporte, inicio una acción de amparo en el Juzgado Federal del Dr. Hugo Sastre, para obligar a la Nación a que mantenga el envío de fondos. Que, dicho sea de paso, en su gran mayoría son para el sistema de Comodoro Rivadavia. Sastre hizo lugar al pedido de Chubut.
Es casi seguro que ésta defensa jurídica de la provincia en estrados judiciales federales haya generado mucho ruido en Nación y crispó a más de uno. En especial, al mismo Presidente.
Hola, hola, holaaaaa….!!!!
En este contexto y con presentaciones judiciales de por medio, es claro que, cuando se recurre a este tipo de acciones, es básicamente porque no hay diálogo. Esta incomunicación se acrecentó y se materializó la semana pasada cuando Nación decidió –por inacción- no aceptar la propuesta de pago de la provincia al FFDP y, confiscó los fondos de la coparticipación que Chubut colocó en calidad de garantía de los préstamos recibidos por parte del FFDP.
Representan una merma en cuenta de ingresos chubutenses de unos $ 3 mil millones diarios que, sumados alcanzan ya casi $13 mil millones. En la medida en que estos débitos automáticos se sigan efectuando, la administración de Torres comenzará a sufrir la imposibilidad de cumplir en tiempo y forma con cada una de las obligaciones presupuestarias, en particular, el pago de los salarios y jubilaciones provinciales.
Se muestran los dientes y se gruñen entre sí
Torres –sabedor de que lo que hay en el fondo es una cuestión de castigo nacional- subió la apuesta y anunció, el pasado viernes y desde Comodoro Rivadavia, que cortaría el abastecimiento a la nación del petróleo y del gas producido en Chubut.
Probablemente sin buscarlo, el joven gobernador recibió de inmediato el respaldo de la casi totalidad de sus colegas –los de JxC y peronistas también- y ayer, mantuvo un encuentro virtual con los mandatarios patagónicos quienes le adelantaron que adoptarán una medida idéntica a la anunciada por Chubut; en la medida en que el gobierno nacional mantenga incautados los dineros de Chubut provenientes de la coparticipación federal de impuestos.
Violentas agresiones a través de red social X, de un lado y del otro, sin que se abra –hasta el momento- lo único que se necesita: diálogo para negociar. Pero diálogo presencial no virtual. La virtualidad no dialoga, expone, solo eso.
Primera pregunta
¿Es legal que Chubut corte el suministro de petróleo y gas? La respuesta es, NO. Si bien el recurso es provincial, una vez concesionado, las empresas que lo producen –sean éstas públicas o privadas- tienen libre disponibilidad del mismo. Los contratos de concesión así lo establecen.
Segunda pregunta
¿Puede Chubut cortar el suministro de petróleo y gas a la Nación? La respuesta a esa pregunta es también, NO.
Del gas producido por Chubut es muy poco lo que se inyecta al gasoducto San Martín dado que, la porción más importante de ese hidrocarburo, se utiliza en ciclos combinados que energizan yacimientos chubutenses. Dicho de otro modo, la mayor parte del gas provincial se utiliza para consumo interno. Otros yacimientos podrían reemplazar el gas chubutense sin mayores inconvenientes.
Veamos el tema del petróleo. Los crudos producidos en la cuenca se exportan por dos bocas propiedad de la empresa Termap S.A., cuyos dueños son las mismas empresas petroleras que operan tanto en Chubut como en Santa Cruz. La capacidad de almacenaje que tienen las dos plantas asentadas –una en Caleta Córdoba y la otra Caleta Paula- es la suficiente como para abastecer de petróleo durante 10 días, aproximadamente, a los barcos que cargarán ese crudo para luego ser refinado en el centro del país.
¿Se acuerdan de Los Dragones?
En caso de que el enfrentamiento entre Chubut y la Nación se sostenga más allá de ese tiempo, para cortar el suministro de crudo a las monoboyas de Termap S.A., los yacimientos tierra adentro deberían dejar de producir. De ocurrir esto –ya lo vivimos con la toma de Cerro Dragón por parte de la banda de Los Dragones en junio de 2012- las empresas deberían detener la producción de petróleo in situ. Como mencionamos, esta realidad ya la conocemos, y nos trajo problemas en la producción de petróleo que aún hoy, no logramos resolver. Por ejemplo, PAE (Pan American Energy), luego de evento con Los Dragones, nunca más volvió a superar el techo de los 16 mil m3/d de producción. ¿Por qué? Puede ocurrir que, si un pozo deja de producir intempestivamente ese petróleo -que se encuentra en condiciones físicas de extracción- el cierre producido por el paro no previsto del pozo productor, conlleve a que el hidrocarburo migre del lugar donde estaba siendo extraído y así, el pozo se pierda. Entre otras consecuencias, ésta sería una y seguramente otras tanto o más serias que la que acabamos de mencionar.
De ocurrir este escenario, las consecuencias son muchísimo más gravosas que la retención indebida de la coparticipación federal de impuestos. Y si la amenaza de Torres es imitada por el resto de los mandatarios de las provincias petroleras… mejor no me lo quiero imaginar.
¿No tuvimos demasiada paciencia?
Pero aclaremos un punto que no es menor. Torres y todos los gobernadores que administraron esta provincia, saben que Chubut ha aportado a la Nación mucho más de lo que ha recibido. Dice Torres: “de cada 100 mangos que mandamos a Nación, recibimos 40”. Para colmo, Chubut –durante la Gobernación de Atilio Oscar Viglione- cedió puntos de su coparticipación a otras provincias. Claro, eran épocas de vacas gordas. Y por si faltaba un ingrediente más a esta ensalada de incomunicaciones y malos tratos, desde la reforma de la Constitución Nacional de 1994, nunca se rediscutió el tema de la coparticipación en el Congreso de Nación. Y esta es responsabilidad de Senadores, dado que éstos son representantes de los estados provinciales.
Llevamos 30 años esperando que alguien discuta y proponga la formulación de una ecuación más justa. De esos 30 años, 24 fueron gobernados por el peronismo que, tanto en la Nación como en Chubut, privilegió sus intereses partidarios –o personales inclusive- por sobre las necesidades de todos los chubutenses.
Hoy pagamos las consecuencias de los que, increíblemente, todavía se animan a hablar y a proponer que, si ellos fueran gobierno, esto podría ser mejor.
Es recomendable para estos casos, recordar que los chubutense votaron un cambio y como sostuvo un viejo dirigente de campo popular recreando una frase de Aristóteles que aún perdura: “La única verdad es la realidad”.
3 comentarios en “Editorial. Hartos de estar cansados de esperar”
O sea que, marche preso Nachito!
Espero que Sastre y el Supremo nos ayuden!
Ya que él lunático presidente, lo quiere ver muerto a nuestro querido gobernador y a partir de ahora pagaremos las consecuencias de este conato de sublevación y pasaremos a ser parias personal activo y pasivo, que a esta altura de la suare al al autoritario Milei le importamos no pico, sino NADA!
De todos todos modos el pueblo de Chubut, sin banderías debemos acompañar y apoyar a Nacho TORRES y Gustavo MENNA y su gobierno!
Sr Gobernador .
UD. nos representa. y su equipo.
Quiero como muchos progreso y paz.
Que nuestros hijos y nietos tengan un futuro en nuestra provincia.
Ojalá Dios los ilumine y encuentren el camino.
La comunicación es la solución siempre.
un abrazo. lydia.
lo que necesitamos acá es un sistemas de comunidades autónomas como en España…Patagonia tiene todos los recursos y vivimos como países tercermundistas…no tenemos nada….no tenemos industria pero Chile tampoco tiene y viven muchos mejor que nosotros…referéndum referéndum