El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) intensificó las acciones de monitoreo de tucura sapo (Bufonacris claraziana Saussure) en distintos puntos de la Patagonia, principalmente en los departamentos Cushamen y Tehuelches, donde se detectaron nacimientos de la plaga en su primera etapa de desarrollo y con alta densidad poblacional.
Aunque estos insectos no representan un riesgo para la salud humana, sí impactan de manera directa en las pasturas, reduciendo el alimento disponible para el ganado.
Con el objetivo de acompañar al sector productivo, Senasa y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizaron capacitaciones en los parajes Blancura y Rinconada (Cushamen), donde se abordaron aspectos clave del ciclo de la plaga, recomendaciones para su manejo y prácticas seguras de trabajo, como el uso de protección personal, la correcta aplicación de fitosanitarios y la calibración de pulverizadoras.
En paralelo, se avanza en la búsqueda de alternativas de control. Una de ellas es el uso de un prototipo de aspiradora desarrollado en conjunto por INTA, Senasa, Conicet y la cooperativa Cosartec de El Hoyo, pensado para zonas sensibles como áreas cercanas a viviendas o aguadas, donde la aplicación de productos químicos requiere mayor precaución.
Además, el próximo 15 de octubre se llevará a cabo una jornada de intercambio y debate sobre las tucuras patagónicas, con la participación de instituciones como INTA, Conicet, Casafe y productores de Chubut, Río Negro y Neuquén. El encuentro busca generar estrategias conjuntas y fortalecer las redes de cooperación en la región.
Finalmente, el Comité Patagónico por Tucuras instó a productores y productoras a reforzar las inspecciones en sus campos, realizar controles tempranos con productos autorizados por el Senasa y notificar la presencia de la plaga a los organismos competentes. La detección oportuna –subrayaron– sigue siendo la herramienta más efectiva para prevenir daños mayores.